lunes, 23 de agosto de 2010

A veces escucho La Mandrágora o Zenet

El volver a escribir me da mucho respeto y bastante más miedo. Lo he intentado... en verso y en prosa, con elegancia y con realismo o con ideas y sin ellas; pero nada ha surgido. El absurdo objetivo de que cada texto sea el mejor es amargante y finalmente, todo lo que he conseguido es absolutamente nada. Y lo voy a cambiar.

Y aunque parezca mentira hay gente como yo que, a veces, pensamos y tenemos pequeñas o grandes ideas que merecen su propio texto. Y lo van a tener.

No importa que lo lea un friki yonki de Andújar, la más preciosa intelectual de Lupión o un actor maricón de Toledo. No me importa que conozcan mis pensamientos, mis víctimas y mis fallos. Porque todo esto tiene el fin más precioso que puede existir. Y lo voy a conseguir.

Por supuesto, todo parecido con la realidad es pura coincidencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

todo lo puedes conseguir...