Un día que tu no has decidido empieza tu camino: un camino sinuoso que puede ser muy largo y que lo haras rodeado de personas a la que no has elegido. Así es y no hay nada que hacer, pero no importa si has tenido suerte. Vives dependiendo de esas personas hasta que eres consciente, y cuando eres consciente aun mas. Te rodeas de nuevos especímenes y junto a ellos haces camino para llegar a la cumbre de tu prepotencia. En esa cumbre te crees dios. ¿Un dios omnipotente, un dios omnipresente, un dios omnipollas o un dios dependiente? Seguramente seas del último grupo y sino es asi... lo siento, y saludos a Madeleine.
Tras pasar el primer puerto y librarte de algun lastre sucumbes, o no, a nuevas ideas y formas de pensar pero siempre buscas librarte de esa dependencia. Buscas estar agusto, o independencia que es lo mismo. Pero esa dependencia si que es omnipresente y puede adaptar multitud de formas. Hoy se presenta en forma de móvil, mañana en forma de reputación, la semana que viene en forma de banco y quizás el próximo mes llame a tu puerta en forma de desidia y ese sera el momento de luchar contra quien mejor te conoce.
De momento el camino sigue, no ha hecho mas que empezar. Y no, no solo queda esperar. Queda actuar, queda buscarla tras el director de la orquesta. Y una vez que la tengas no te vayas, aun te queda terminar con el director y con gran parte de la orquesta pa' que el camino aunque sinuoso, sea cuesta abajo pa quien tenga que recorrerlo.
Y como dicen algunos:
Siempre que quise fui to' lo libre que pude,
siempre que pude fui to' lo libre que quise.
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